Hecrosantz.media
MIÉRCOLES, 30.MARZO.2016.
Los 8 tipos de personas que hay en el mundo según Buddha. Cuatro son los tipos de monjes que no han caído fuera del Buen Dhamma (Doctrina, la Bunea Filosof{ia de Vida o El Buen Vivir) y esos son los que saben perfectamente que el hecho de no poder concertar ganancias no debe de implicar el afligirse, podemos desear las ganancias y la luchar por ellas, el adquirir el bienestar, ser mejores, tener más cosas que compartir, de todo tipo, pero si nuestro esfuerzo parece vano, lo será solo si lo aceptamos y así nos afligimos sintiendonos impotentes.
Me parece entonces convincente decir que ésta maravillosa verdad, clara y lógica de procurarse un bienestar o no agregarnos un problema más que es la sensación de derrota, es producto del más elemental sentido común, de que no vamos a hechar gasolina a un incendio, si ha éste queremos para... tan simple como eso, pero donde no hay claridad, el juicio se halla completamente nublado y por ello sea necesario predicarse iluminación con ésta verdad.
Hans-Ulrich Rudel fiel soldado y piloto de cazas alemán pronunció una frase que ahora es ampliamente reconocida: "Verloren ist nur, wer sich selbst aufgibt" ("Solamente está perdido, el que se da por vencido"). Así debemos de creer en no darnos por vencidos ante nada.
Buda el principe ario que predicó dijo así:
[...] AN 8,61 Iccha Sutta – Deseo
[61] “Monjes, he aquí estas ocho clases de personas que se pueden encontrar existiendo en el mundo. Y, ¿cuáles son esas ocho?
“He aquí, cuando un monje mora en la reclusión, viviendo independientemente, surge en él el deseo de las ganancias. Entonces se anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por adquirir las ganancias. Sin embargo, falla en la adquisición de las ganancias. Y por culpa de aquella falta de las ganancias sufre, languidece y se lamenta; llora, golpeándose el pecho y llega a estar confundido. Este se llama el monje deseoso de las ganancias, que se anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por adquirir las ganancias, pero al no conseguirlas, sufre, languidece y se lamenta: él ha caído fuera del buen Dhamma... [...].
Y comento a sus discipulos:
[...] “Además, cuando un monje mora en la reclusión, viviendo independientemente, surge en él el deseo de las ganancias. Entonces se anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por adquirir las ganancias. Sin embargo, falla en la adquisición de las ganancias. Pero no sufre, languidece ni se lamenta por falta de la adquisición de las ganancias; no llora, golpeándose el pecho ni llega a estar confundido. Este se llama el monje deseoso de las ganancias, que se anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por adquirir las ganancias, y que al no conseguirlas, no sufre, languidece ni se lamenta: él no ha caído fuera del buen Dhamma. [...]
Realmente cierto y comprobable al primer instante, en todas las permutacioneshechas dialogo por la lógica del pensamiento Iluminado. Aprovecho la oportunidad que se me da para expresar que no es para nada el Budismo una simple ideología del abandono como se ha dicho en muchas partes, equiparandola a la cobardía de otras sectas, pues en su versión autentica es una doctrina guerrera ante la vida, del soldado de cuyo temple no se inmuta, y ante eso como decimos en México, solo lo hacen los que los tienen bien puestos, pues porque en su grado de dificultad, se tiene que ser sumamente disciplinado y valiente, aún así parezca lo más sencillo y su lógica sea inegable, muchos pensadores ofuscados en las palabras de alta rétorica predican a sus espaldas todo lo contrario, falsedades.
