Literatura Feliz: Mark Twain
Hecrosantz.media
Lunes,
30 de noviembre de 2015.
Celebramos el 180 cumpleaños de escritor
americano Mark Twain, seudónimo de Samuel Langhorne Clemens, quien nació el 30
de noviembre de 1835. Quien fue un gran viajero por varias islas del Pacífico,
llegando a lugares como Hawái, las Fiji, la India, Tierra “Santa” y Europa.
América-. Si un día vas
por Florida, Missouri podrías o no visitar la cabaña de Mark Twain, lugar donde
nació, que es muy popular para los turistas, es una casa como cualquier otra,
lo que si no puedes evitar y deberías hacer es leer sus libros o al menos
empezar a buscarlos.
Conocido en todo el mundo es uno de los
escritores dignos de mención que tienen los americanos. Autor de libros como “El príncipe y el mendigo” “Un yanqui en la
corte del Rey Arturo”, “Las aventuras de Tom Sawyer”, “Las aventuras de
Huckleberry Finn”.
Un dato curiosos es que Twain dijo: «Vine
al mundo con el cometa Halley en 1835. Vuelve de nuevo el próximo año, y espero
marcharme con él. Será la mayor desilusión de mi vida si no me voy con el
cometa Halley. El Todopoderoso ha dicho, sin duda: 'Ahora están aquí estos dos
fenómenos inexplicables; vinieron juntos, juntos deben partir'. ¡Ah! Lo espero
con impaciencia.» lo cual se cumplió, murió en 1910 a los 74 años de edad.
Nosotros sabemos la calidad de escritor
que fue porque noto cosas esenciales, dijo: [...] En los Estados algodoneros de
los EE.UU, después de la guerra, el judío bajo con fuerza, monto tiendas en las
plantaciones y proveyó todas las peticiones de los negros a crédito, y al final
de la temporada, era ya propietario de todo el porcentaje de la cosecha que le
correspondía a los negros y de parte del
porcentaje de la de la temporada siguiente. Pasado no mucho tiempo, los blancos
detestaban al judío.
Al judío se le expulsa de Rusia. La
causa no se nos oculta. Este movimiento se instituyó porque el campesino
cristiano no tenía nada que hacer frente a sus habilidades comerciales. El
judío estaba siempre dispuestos a ofrecer préstamos por una cosecha; al año
siguiente ya era dueño de la granja, como José.
En la Inglaterra de tiempos de Juan,
todo el mundo se hallaba en deuda con el judío. Reunía en sus manos todas las
empresas lucrativas. Era el Rey del Comercio. Tuvo que ser desterrado del
reino. Por idénticas razones España tuvo que expulsarlo hace ya 400 años y
Austria un par de siglos más tarde.
En todas las épocas la Europa cristiana
se ha visto obligada a restringir sus actividades. Si se metía en un negocio,
el cristiano tenía que retirarse del mismo. Si se colocaba de doctor, se hacía
con todo el negocio. Si se dedicaba a explotar la agricultura, los otros
granjeros tenían que dedicarse a otra cosa. La ley tuvo que intervenir para
librar al cristiano de la casa de caridad. Aún con todo, casi sin empleo,
encontró el modo de hacer dinero, Incluso de hacerse rico. Esta historia tiene
un aspecto comercial de lo más sórdido y práctico. Los prejuicios religiosos
pueden justificar una parte, pero no las otras nueve.
Estoy convencido de que la persecución
hacia los judíos no se debe en mayor grado a los prejuicios religiosos. No, el
judío es un engendrador de dinero. Ha hecho de ello el fin y la meta de su
vida. Ya lo era en Roma. Lo ha sido desde entonces. Su éxito ha convertido a
toda la raza humana en su enemigo.
Dirán que el judío es en todas partes
numéricamente débil. Cuando leí en la Enciclopedia Británica que la población
judía de Estados Unidos ascendía a 25.000 escribí al editor explicándole que yo
personalmente estaba relacionado con más judíos que esos, y que sin duda se
trataba de un error de imprenta, es decir, 25 millones. Alguien me dijo que
tenía razones para sospechar que, por motivos comerciales, muchos judíos no se
declaraban como tales. Parece plausible. Yo soy de la opinión de que en América
existe una inmensa población judía. Personas competentes me han asegurado que
los judíos son extremadamente activos en política.
"Referente a los judíos"
("Concerning the Jews,"), Harper’s Magazine, Septiembre 1899 [...].