Patrick Mitchell joven de Australia fue víctima de las voces
de la confusa ideología de género. Revelo lo mal que empezó a sentirse cuando
le aceptaron como una “chica” pero el era un hombre, él lo sabía, sabe que siempre
lo será, es una realidad objetiva, no cambiable por creencias ideológicas o
caprichos personales, en su caso víctima de la confusión de una sociedad basada
en ideología de género.
“Al principio me sentía bien con el cambio […] pero ahora me
siento cada día mejor con la idea de ser hombre”, se sinceró en televisión.
Las hormonas que le inyectaban además de ser perjudiciales
para su salud ahora lo han llevado a una necesaria intervención quirúrgica para
eliminar las mamas que se le desarrollaron por la ingestión de estrógenos, que
se espera no hayan dañado su cuerpo permanentemente.
Según recoge el portal LifeSiteNews, Walt Heyer, fundador de
SexChangeRegret.com y ‘trans’ en su juventud, cree que “esta historia demuestra
que los médicos a favor del cambio de sexo no saben mejor que los propios niños
qué son o qué no”.
Ideología de Género es una ofensiva para destruir a la
juventud en momentos en que son vulnerables fáciles de influir. En las escuelas
donde se imparte ideología de género, se les pretende confundir sobre si son
hombres o mujeres u homosexuales o gays (siendo que estas últimas dos no pueden
definir la identidad de nadie, se es objetivamente hombre o mujer, no hay más y
no es elegible). Los propagandistas de la ideología de género les conduce a
tomar decisiones que les dañaran de por vida.
Ya que estudios revelan que más
del 95% de los niños terminan por aceptar la identidad de su sexo.
Lamentablemente después de las mutilaciones el proceso de retorno se complica y
pueden quedar estériles de por vida y traumados por un error.
La esterilidad de las nuevas generaciones, que parece
historia de ficción en la realidad de hoy en día en numerosos países, que viven
atrapados en un régimen policial de eugenesia brutal es el verdadero objetivo de
las fundaciones de multimillonarios que promueven el marxismo cultural y la ideología
de género, privado a los padres de la sana educación de sus hijos.